El programa Erasmus + representa una oportunidad única para el desarrollo académico, profesional y personal de los estudiantes. Gracias a este programa, he podido realizar una estancia de prácticas en Rumanía, concretamente en Bucarest, en la Asociación de Empresarios Españoles en Rumanía (ASEMER). Esta experiencia ha superado ampliamente mis expectativas y me ha permitido crecer de manera integral.
Desde el primer momento fui muy bien recibido por el equipo de ASEMER. La Asociación se encarga de representar y apoyar a los empresarios españoles en Rumanía, facilitando la cooperación económica bilateral y promoviendo oportunidades comerciales. En este contexto, tuve la oportunidad de participar activamente en numerosos proyectos y eventos.
Entre mis principales responsabilidades se encontraban:
● Apoyo en la organización de eventos empresariales, foros de inversión y encuentros de networking.
● Redacción y traducción de documentos institucionales, incluyendo informes de mercado y comunicados oficiales.
● Participación en reuniones con instituciones y entidades empresariales rumanas.
● Gestión de contenidos para redes sociales y apoyo en la comunicación externa de ASEMER.
Estas tareas me permitieron aplicar muchos de los conocimientos adquiridos durante mi formación académica en Comercio Internacional. También me ayudaron a desarrollar nuevas competencias, como la redacción en un contexto profesional, el análisis crítico de mercados, y el uso de herramientas de comunicación empresarial.
Una de las experiencias más enriquecedoras fue mi participación en ferias internacionales y eventos de networking, donde pude observar de cerca cómo se establecen relaciones comerciales en un contexto real y multicultural. Gracias a ASEMER, accedí a espacios profesionales que, de otro modo, no habría tenido la oportunidad de conocer.
Uno de los aspectos más importantes de esta experiencia ha sido la vivencia personal. Llegar a un nuevo país con una cultura, idioma y costumbres diferentes siempre implica un desafío. Al principio, la adaptación no fue sencilla: enfrentarse a un entorno desconocido, buscar alojamiento, organizar la vida diaria y comunicarse en un idioma que no es el propio puede resultar abrumador.
Sin embargo, a medida que pasaban las semanas, fui adquiriendo mayor seguridad y confianza. La calidez de las personas que conocí, tanto rumanas como extranjeras, facilitó mucho el proceso. Puedo decir con orgullo que he hecho amistades muy valiosas, con personas de diferentes países, que me han enriquecido con sus historias, costumbres y formas de pensar.
Gracias a esta experiencia aprendí a convivir con compañeros de distintas nacionalidades, a organizarme de manera más autónoma, y a tomar decisiones por mí mismo en contextos desconocidos. También mejoré mis habilidades sociales, la gestión del tiempo y la capacidad para resolver problemas de forma creativa.
Rumanía, por su parte, resultó ser un país fascinante, con una mezcla de tradición y modernidad. Tuve la oportunidad de conocer lugares históricos, visitar diferentes ciudades del país, y sumergirme en la cultura local. Descubrí una sociedad abierta, amable y con muchas ganas de integrarse en el panorama europeo, lo que hizo aún más gratificante mi estancia.
La experiencia Erasmus+ me ha proporcionado una visión más clara y realista del mundo profesional. Haber realizado prácticas en el extranjero me ha hecho más competitivo como futuro profesional en el área del Comercio Internacional. Comprendí mejor la importancia de la diplomacia empresarial, el análisis de mercados emergentes y la necesidad de adaptarse a entornos multiculturales en un contexto globalizado.
Asimismo, esta vivencia me ha ayudado a definir mejor mis intereses y objetivos de cara al futuro. Me ha inspirado a seguir buscando oportunidades internacionales, continuar con mi formación en lenguas extranjeras y estar abierto a nuevas experiencias fuera de mi país de origen.
Además, he desarrollado competencias transversales muy valoradas en el mercado laboral: proactividad, adaptabilidad, trabajo en equipo, comunicación intercultural y resiliencia. Considero que estas habilidades serán clave en mi desarrollo profesional a largo plazo.
Participar en el programa Erasmus + ha sido, sin lugar a dudas, una de las experiencias más transformadoras de mi vida. No solo he crecido como estudiante y futuro profesional, sino también como persona. He salido de mi zona de confort, he enfrentado miedos y he superado obstáculos que nunca imaginé.
Recomiendo encarecidamente esta experiencia a cualquier estudiante que tenga la oportunidad de participar. Erasmus + no es solo un programa de movilidad: es una puerta a un mundo nuevo, una escuela de vida, y una oportunidad para conocerse a uno mismo desde otra perspectiva.
Mi más profundo agradecimiento a mi instituto, IES Zurbarán (Navalmoral de la mata, ES), a ASEMER y al programa Erasmus + por haber hecho posible esta etapa inolvidable de mi formación.
