Desde que llegué a Bucarest el 19 de marzo, mi experiencia Erasmus+ ha sido un reto apasionante, una oportunidad de crecimiento profesional y personal que recordaré siempre. Al principio, la adaptación a un país con una lengua distinta y costumbres diferentes parecía un desafío, pero con el tiempo descubrí que Rumanía es un lugar acogedor y lleno de posibilidades
Desde que llegué a Bucarest el 19 de marzo, mi experiencia Erasmus+ ha sido un reto apasionante, una oportunidad de crecimiento profesional y personal que recordaré siempre. Al principio, la adaptación a un país con una lengua distinta y costumbres diferentes parecía un desafío, pero con el tiempo descubrí que Rumanía es un lugar acogedor y lleno de posibilidades. Ahora, a medida que se acerca mi partida el 5 de junio, puedo decir con certeza que esta estancia ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.
Durante estos meses, he tenido la oportunidad de realizar prácticas en Gaviota Group, una empresa multinacional dedicada a la venta de toldos, pérgolas y cerramientos acristalados. Su filial en Bolintin, a 40 minutos de Bucarest, ha sido el centro de mi actividad laboral. En la empresa, he trabajado tanto en el almacén como en la oficina, colaborando en la búsqueda de clientes potenciales y aprendiendo sobre los procesos internos de una multinacional. La experiencia ha sido enriquecedora, permitiéndome desarrollar habilidades clave en gestión logística y comercial. Además, el hecho de haber compartido esta experiencia con un compañero de clase que también realizaba sus prácticas en la empresa ha sido un factor determinante para sentirme más cómodo y apoyado.
El ambiente en Gaviota Group ha sido excepcional. Desde mis compañeros hasta mi jefe, Santiago, todos han mostrado una gran disposición para enseñarnos y hacernos sentir parte del equipo. Esta integración me ha permitido absorber conocimientos prácticos de la industria y mejorar mis capacidades de adaptación en entornos profesionales internacionales.

Más allá del ámbito laboral, vivir en Bucarest ha sido una experiencia fascinante. La riqueza cultural de la ciudad y del país en general ha sido uno de los mayores descubrimientos de esta estancia. He visitado lugares emblemáticos como el imponente Parlamento, el encantador casco antiguo y varios museos que reflejan la historia profunda de Rumanía.
Lo que más me ha sorprendido de los rumanos es la cantidad de idiomas que hablan. Esta habilidad para comunicarse en diversas lenguas muestra el carácter abierto y adaptable de la gente, lo que ha facilitado mi integración. Desde el primer día, me he sentido bien recibido y apoyado por los habitantes de Bucarest, lo que ha hecho mi experiencia aún más especial.
Además, compartir piso con mis compañeros ha sido una parte esencial de esta aventura. Vivir juntos nos ha permitido afrontar los desafíos cotidianos, desde la adaptación a la ciudad hasta la gestión de nuestras prácticas, creando un ambiente de compañerismo que ha fortalecido nuestra amistad.
Cuando deje Rumanía el 5 de junio, me llevaré conmigo mucho más que una simple experiencia laboral. Me iré con grandes amistades, recuerdos imborrables de paisajes impresionantes y una formación práctica que me ha preparado mejor para el futuro. Bucarest ha sido un hogar temporal donde me he sentido querido y respetado, y donde he aprendido lecciones que van más allá del ámbito académico.
Por todo ello, animo a cualquier persona que tenga la oportunidad de participar en Erasmus+ a que elija Rumanía como destino. No solo por su cultura, historia y paisajes, como los espectaculares Cárpatos, sino también por la calidez de su gente. Quiero expresar mi gratitud al programa Erasmus+, a ASEMER y a Gaviota Group por brindarme esta oportunidad única, que ha marcado un antes y un después en mi trayectoria profesional y personal.